(P)ARTE DE LA ARQUITECTURA. ESPACIO DESTINADO A LA DIFUSIÓN Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA, EL URBANISMO Y EL PATRIMONIO.

(P)ARTE DE LA ARQUITECTURA. ESPACIO DESTINADO A LA DIFUSIÓN Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA, EL URBANISMO Y EL PATRIMONIO.

La ceremonia de la lectura en nuestras etapas topológicas de la vida.

Ceremonia: Locución adverbial. Dicho de hacer algo: Con todo el aparato y solemnidad que le corresponde.

EL más primitivo recuerdo de mi segundo nacimiento[1] que mi memoria registra es en mi jardín de Infantes Grillín. Cuatro años[2] y en mi bolsa junto a las Manon estaba el Fascículo nº 3 de la colección Erase una vez el hombre titulado El hombre de cromañón que, después de mucha insistencia, me dejaron llevar conmigo para compartir con mis compañeros. Como cobijo: una añosa ligustrina que cerraba el predio nos dejaba entrar para recrear la idea de una casita. Allí, en un recreo, fue que compartí mi primer lectura, que no era la parte del texto justamente lo que me atraía sino sus dibujos, como es habitual en los arquitectos tener predilección a aquellas publicaciones que apelen a dibujos o pinturas para comunicar ideas. Pero en ese momento nada de las cosas que vinieron después eran tan premeditadas. La ceremonia debía suceder en ese refugio encontrado en la naturaleza. Todavía conservo ese ejemplar que mi madre luego emparchó con cinta adhesiva con las averías propias del recinto elegido.  A otra escala pero con aquella misma solemnidad por el acto a celebrar, los colonenses tenemos nuestro edificio para tal fin, nuestra Biblioteca Popular Fíat Lvx.  En la decimonónica Villa Colón, algunos de sus primeros pobladores pertenecientes a las Logias Masónicas[3] Fe [4] y Colón dieron forma a tres ejes fundamentales materializados en tres edificios emblemáticos:

La salud: El Hospital San Benjamín, 

El esparcimiento: El Club Colón,

El Saber: Biblioteca Popular Fíat Lvx que es donde hoy detendremos la mirada.

Habiendo sido precedido el actual edificio por otro, en la misma manzana, de dimensiones más exiguas ubicado en 12 de abril 236 llevando inscripto el año de su construcción en relieve de su fachada y al sol de hoy da nombre al Restaurant MDCDIII. Allí mismo fue durante muchos años el acceso principal a la escuela Normal República Oriental del Uruguay donde en su pasillo de acceso estaba el famoso Cuadro de Honor retirado de los actuales hábitos de la educación. El solar de esquina que nos ocupa, de dimensiones Sourigueanas, destinado a la biblioteca fue aprovechado para la toma de decisiones proyectuales generando un edificio compacto de dos niveles trabajando con el concepto de “L” constituida por dos tiras dispuestas en esquina, conformando un patio hacia el interior (en éste caso techado) y resuelta en planta baja y planta alta. Al ingresar al edificio y traspasar dicho anillo de simple altura, mediante una puerta cancel (siempre) con carpinterías exquisitamente diseñadas, al espacio central nos encontramos con una escala monumental donde los ejes de simetría de las fachadas de ambas calles se interceptan perpendicularmente y se materializan en una cubierta acristalada que deja entrar la luz cenital tamizada por vitrales multicolores. La planta alta de éste espacio en doble altura se dispuso como un anillo soporte de anaqueles y teniendo una circulación que balconea a la sala principal. Este gran anillo de dependencias y la cubierta acristalada generan un ámbito de gran silencio y excelente aislación acústica, que nos invita a la introspección del mundo de la lectura. La escala de cada espacio tanto en fachadas como en los recintos propiamente dichos denotan un muy estudiado análisis permitiendo el prolijo y eficiente funcionamiento de todas las actividades del edificio que además de contar con más de 45.000 libros, sala de lectura, biblioteca parlante (para no videntes), servicio de internet, fotocopiadoras, vivienda del encargado y una FM Cultural Fiat Lux en el 105.9 Mhz, posee un singular auditorio donde se realizan presentaciones de libros, conferencias y conciertos.

Inaugurado el edificio el 30 de octubre de 1943 pero creada el 09 de agosto de 1876, ya para mediados del año 1893 la Biblioteca Popular Fiat Lux abre una cuenta especial bancaria para construir su propio edificio. Al fallecer Herminio J. Quirós el Ing. Juan Francisco Morrogh Bernard en carácter de Diputado Nacional se comprometió a enviar partidas hasta completar el importe total para finalizar la obra. La propuesta aceptada por la Comisión de la Biblioteca fue de $113.541,42[5]. La Biblioteca pertenece al período en que la Arquitectura argentina transita en un eclecticismo consolidado donde ya han aumentado en el continente las opciones estilísticas, se observa una total libertad en la combinación de elementos formales y notable fluidez en el manejo de la composición. Es de destacar la calificada mano de obra que trabajó en todo el edificio. Como ejemplos son los sillares monolíticos de cortés elaboración que nos elevan a su interior en sus tres escalones de acceso o los jaharros y enlucidos (revoques gruesos y finos) realizados con morteros artesanales de delicada factura del color arena de moliendas de piedras locales que dan a todo el edificio el aspecto de potente volumen único apoyado sobre un gran basamento en un tono más oscuro donde se disponen las ventilaciones de los pisos de madera de pinotea y articulan con las veredas las salidas de los desagües pluviales denotando que además de la armoniosa estética lograda se pensó en todo momento en las acordes instalaciones que hagan que éste edificio llegue a nuestros días en magníficas condiciones. Cada uno sabe en qué lugar dicha ceremonia sucede con mejor éxito, debajo de un árbol, en la playa, en un sótano, en un colectivo o en un edificio creado para tal fin como el que como el que bajo la Dirección de Obras del Arq. Ing. F. Juan Massera y la construcción de Virgilio Zossi, dependientes del M.O.P., Dirección General de Arquitectura Zona IV a cargo del Ing. Juan Marconi, tenemos los colonenses en 12 de abril 208 esquina Laprida y con cálida atención es llevada adelante desde su inicio por Don José María González, en 1906 Don Héctor Acosta, en 1930 Félix Viñesky, con la jubilación de éste último asume Zulema Turbil de Esquivo y Jorge Esquivo, finalmente en 1984 por los Bibliotecarios Blanca Castro y Jorge Peralta acompañados por las tardes de los Bibliotecarios Malvina Peralta y Eduardo Giovanelli. La Fiat Lvx: un lugar de esos donde uno va a encontrarse con uno mismo[6] en una edificante costumbre.

[1] Podemos simplificar nuestro paso por la tierra en tres nacimientos. El primero donde salimos a la luz de nuestra madre, el segundo cuando aprendemos a leer y el tercero cuando nos valemos por nuestros propios medios.

[2] SÁNCHEZ, Ana. “La importancia del conocimiento” en Entorno. Sobre el espacio y el arte, Madrid: Editorial Complutense, 1995. Etapa topológica: Supone los primeros años de vida, hasta los cuatro, cinco años. En ella el niño comienza a apreciar las formas y toma conciencia de las cosas que lo rodean. El conocimiento que tiene del espacio se deriva de la relación entre el entorno y su yo. Es la etapa del descubrimiento del mundo concreto, su comprensión del espacio será la del espacio vivenciado, fomentando una percepción subjetiva a través de los sentidos: tocar objetos, olerlos, chuparlos, moverlos en el suelo, etc.

[3] IRIBARREN, Norberto. “Recorriendo Colón en croquis. Guía dibujada para conocer su historia construida” en su “Recorrido: Arquitectura y Masonería” donde el autor cita datos históricos extraídos de:

. Revista “Tribuna. Entre Ríos en una revista” #1 y #2, marzo y mayo de 1969, pág.: 58 y 59 y pág. 56 Resp.

. “Los Masones de Colón. ¿Progresistas o Malvados? Del Profesor Carlos Conte Grand.

[4] Muestra un interesante detalle en su medalla habiéndose grabado a mano ostentando el nombre de la ciudad caprichosamente convertido en “Colombo”.

[5] Datos de bibliotecarios, profesionales y de finalización del edificio aportados por Andrea Coppes.

[6] Etapa reactiva o (re)topológica: El adulto, consciente por completo de la realidad en la que se desenvuelve, reemprende, sin adoptar posturas predeterminadas, un nuevo y fascinante periplo de experimentación y de búsqueda. Todo lo descrito en la primera etapa adquiere en ésta última su más decidida, completa e intencionada vigencia.